A lo largo de los años, muchos profesores han dejado una huella profunda en la historia del Colegio Notre Dame y en quienes pasamos por sus salas. Esta sección nace con el deseo de reencontrarnos con ellos, de saber qué caminos han seguido después de su paso por el Colegio, y de agradecerles, una vez más, por su entrega, vocación y legado.
Aquí compartimos sus historias, recuerdos y testimonios. Algunos siguen enseñando, otros ya se han jubilado, pero todos llevan consigo una parte de esta comunidad. Con cada relato, buscamos mantener viva la conexión con quienes han sido parte fundamental de nuestra formación, y celebrar el impacto que el Notre Dame ha tenido también en sus vidas.
Si eres exprofesor(a) y quieres compartir tu historia con nosotros, te invitamos a sumarte a este espacio de reencuentro y memoria.
Nació el 4 de febrero de 1965 en La Serena, estudió en varias escuelas en Santiago y en el Liceo Darío Salas, en la avenida España, en el centro de Santiago.
Fue profesor de Castellano en el Colegio Notre Dame entre 1994 y 1999. Entró como encargado en un proyecto que Germán Aburto diseñó para modernizar la biblioteca que tenía el colegio. En ese tiempo fue subjefe de la tropa de Bois con el mismo Germán y cuando él se fue del colegio como rector al Luis Campino, Carlos asumió como jefe de la tropa. Fue profesor jefe de 8vo básico y aprovechó en esos años la experiencia de los grandes maestros del colegio.
En el año 1999 Carlos se ganó una beca para estudiar un Master en Evaluación Educacional en el Instituto de Educación de la Universidad de Londres. Luego de eso, en el colegio fue apoderado, delegado de curso, en el equipo de pastoral del CPA, mientras trabajaba en la Universidad de Chile, lugar donde es académico de planta hasta el día de hoy, en la Facultad de Filosofía y Humanidades. Entre 2012 y 2017, con otra beca, Carlos partió de nuevo, ahora por un doctorado en estudios curriculares y desarrollo docente en la Universidad de Toronto.
"La experiencia pedagógica del colegio Notre Dame me marcó profundamente en mis convicciones profesionales: la relación que vi y que aprendí a tener entre profesores, y entre ellos con sus estudiantes y familias no se parecía en nada a lo que yo había vivido como estudiante en otros tiempos ni con mis profesores ni con mis compañeros. En el colegio Notre Dame se vivía una amistad profunda entre todos, sin que los adultos fueran amigotes de los estudiantes, sin embargo, ellos sabían que podían contar con sus mayores. Esa forma de relacionarse me chifló la cabeza.
No había nada más importante que la felicidad del muchacho, pero una felicidad profunda y eso era muy difícil de conseguir, pero se conseguía. La amistad que forjamos en ese tiempo con muchos hasta el día de hoy se mantiene".
Hoy día Carlos es el rector del Colegio Notre Dame en Peñalolén. Lidera un colegio que creció exponencialmente respecto de las primeras experiencias del Notre Dame en las décadas del 50 y 60, sin embargo, busca mantener la mística institucional que permitía y sigue permitiendo que, en los ojos de quienes participan en esta comunidad, se siga retratando el cielo cantando al viento, sereno y tenaz.
4 de febrero de 2022