Testimonios

 
 
 
                   
 
                     
 
                     
 

 
 

 

Calama, Mayo 2008

 

Queridos y desconocidos Alumnos del “Colegio Notre Dame”:

 

            Bajo el alero del mismo lema que Uds., yo forjé mis armas, hace un tiempo. Estuve los ocho años que podía estar en ese colegio, ya que en esos entonces el colegio comenzaba en la Quinta Preparatoria, lo que hoy es Quinto Básico y egresé el año1962. (No saquen cuentas)

 

            El motivo de escribirles esta carta nace de la primera reunión del Centro de Ex-alumnos del Colegio Notre Dame el 27 de Abril de este año, en que un grupo de ex-alumnos pidió prestado el báculo de Roberto Polain Cartier para cumplir una deuda que siempre tuvimos con el Colegio.

            Por muchas cosas que se dijeron en el momento, sentí que la familia que había formado el Padre Polain se había mantenido unida a través del tiempo y la distancia con un mismo anhelo. Mantener viva en sus espíritus y en los nuevos alumnos la tradición de “educar en libertad” del Padre Polain.

 

            En las salas de clases cuando rendíamos una prueba, el profesor se iba de la sala después de dictar las preguntas. Y hay del que copiara para obtener mejores notas, el curso entero se le iba encima. Un principio básico: HONESTIDAD. Digamos la verdad completa: Si te sorprendían copiando tenías un 1 y debías irte del Colegio. Los principios y valores no se tranzaban.

            En esos tiempos éramos incondicionales (léase leales) unos con otros, con los profesores y ellos con nosotros y todos con el Colegio Notre Dame. Otro principio básico: LEALTAD.

 

            Podíamos ser irreverentes con todos y con todo, pero nunca irrespetuosos.

 

            Podíamos hacer lo que quisiéramos sin perjudicarnos y sin perjudicar a los demás.

Recuerdo más de un conato de pelea entre dos compañeros. Al enterarse el inspector, los llamaba y le pasaba a cada uno guantes de box. Una sola vez vi una pelea.

 

            Ya en los cursos superiores si alguien deseaba fumar durante el recreo, nos íbamos a la oficina del Padre Polain evitando dar mal ejemplo a los menores.

 

            Al año siguiente de salir del Colegio, asume como Papa, Su Santidad Paulo VI, quien dijo a los jóvenes: Piensa, piensa como quieras… pero piensa. Esto resumiría en gran medida lo que nos había inculcado el Padre Polain.

 

            Hay tantos recuerdos, que me gustaría compartir con Uds. No se preocupen no voy a darles esa lata. Solamente confirmarles que el Colegio Notre Dame eran dos instituciones que funcionaban casi como una sola: El Colegio propiamente tal y el Scoutismo, que aunque no era obligatorio fue el principal soporte de toda la filosofía del Colegio.

 

            Queridos… alumnos, porque si leyeron estas letras ya no son desconocidos, les deseo éxito en todo lo que emprendan y no olviden que lo que ustedes sean, será el Colegio Notre Dame.

 

            Afectuosamente,

 

                        Patricio Fontecilla Gallardo

                        Generación 1962

 

 

Santiago, Mayo 2008

 

Queridos compañeros,

 

            El 27 de Abril, día que Roberto Polain cumpliría 91 años, tuve el honor de estar presente en el Colegio nuevo de Peñalolén, representando a la generación del '66 en una pequeña y emotiva reunión a la que asistieron los que se inscribieron en el nuevo Centro de Ex-Alumnos, de reciente formación. Me dio pena no ver a ninguno de ustedes ese día porque creo que los que estuvieron en el Colegio desde niños -que son casi todos ustedes- debiesen haber estado allí para vivenciar y disfrutar lo que disfruté yo. Yo ingresé tarde al colegio e igual lo siento mi Colegio y aunque no soy el más indicado para representarlos, me alegro haber asistido ese día como parte de la generación de 1966.

 

            Antes no pude asistir a la despedida del Castillo ni a la inauguración del nuevo, pero si fui a ésta porque, después de tantos años de salidos del Colegio, la memoria del gran espíritu de Polain, las vivencias maravillosas en la tropa de La Montaña y en la Patrulla de Los Ciervos, mi Totemización como Garza Chillona, las vivencias en los primeros Riders del Colegio con Andrés Bansard en el Puerto de San Antonio, donde en compañía del flaco Palma conocimos a la Negra Ester, que luego Parra llevó al teatro; recordar a Germán y Fidel en los Campamentos, construyendo primeramente el Altar y levantando el Mástil donde se izaba la bandera, como centro de donde nos reuníamos para después ir a trabajar en nuestras propias construcciones alrededor de nuestras carpas donde comeríamos y haríamos vida de Patrulla, las peleas de pañuelos y las Fogatas, el campamento en El Mauuuuule, a orillas del río Maule donde el Cura tenía su cabaña, y muchos otros, son bellos recuerdos que me alegran el corazón y que me hacen sentir alegre y agradecido de Polain. Alegre de lo que nos transmitió a todos, regalándonos su espíritu y su forma alegre y sencilla de ver la vida. Por eso me inscribí, porque sentí que le debo más de algo y que lo puedo canalizar ayudando en cualquier cosa en el nuevo centro de Ex-Alumnos, que a su vez, ayudará y apoyará al Colegio, al nuevo colegio de Peñalolén a continuar siendo el mismo Notre Dame con un espíritu más grande que la casa que lo alberga. Y puedo decirles de verdad que ese Espíritu estaba presente ese día en la reunión, a través del testimonio que cada uno de los 30 presentes fueron entregando al responder a la pregunta ¿Porque estás aquí? Escuchar a tantos egresados del Notre Dame y especialmente a los más jóvenes que nosotros (década del 80, 90, 2000), que no conocieron ni vivieron con el Cura pero que si se empaparon de su mística y de su fuerza, fue un testimonio impactante y contagioso. El Cura estaba allí presente y a todos los que nos inscribimos nos regalaron un "Pañolín" gris con rojo, con su nudo-anillo de cuero.

 

            ¿No quieres tener el tuyo?  Inscríbete en el Centro de Ex-Alumnos. Es cierto que hay que pagar algo, pero lo puedes hacer de a poco.

 

            Los contactos que cada uno tiene, las relaciones de todo orden que cada uno maneja, pueden en algún momento ponerse al servicio del colegio y su plan educacional para formar tan buenos o mejores hombres que los que somos cada uno de nosotros y por eso creo que muchos de ustedes, ojalá todos, debieran inscribirse. Después verán si asisten mucho, casi nada o nunca a las reuniones, pero el solo hecho de inscribirse en el Centro de Ex-Alumnos, le dará respaldo, fuerza e importancia a la formación de esta agrupación que se viene a formar recién ¡42 años después de salidos nosotros del colegio! Si el cura cumpliría 91 años este 27 de Abril y nosotros salimos del colegio hace 42, ¡el Cura tenía 49 años cuando dejamos el colegio y menos todavía cuando salíamos con él de campamento! El Cura que conocimos y tratamos era mucho menor de lo que eres tú en este momento.

 

            ¿No te parece una buena obra de la cual formar parte? Llevar tu pañolín a casa te conectará con lo mejor de tu vida escolar. Inscríbete en el mail centroexalumnosnotredame@gmail.com.  En la carta adjunta van los nombres de quienes están liderando esta cruzada.

 

            Se aceptan inscripciones desde España, Borneo, Islas Seijel, Canarias, Rusia y Puchuncaví, para que nadie se sienta excluido. Y se aceptan pagos en pesetas (están extinguidas), euros, rublos (¿existen todavía?), libras, gramos, kilos y pesos y también de la moneda que José Rybert está usando en estos momentos que creo se llama petrodólares.

 

            Un abrazo a todos,

 

                        Ángel Arrigorriaga Aguirre
                        Generación 1966
 

 

Santiago, 12 Julio 2008

 

 

            Hoy por la mañana caminé  por Pedro de Valdivia. Mire el Castillo del Notre Dame desmantelado. Casi ya muerto gritando por sobrevivir. Sus viejas dependencias se dejaban ver a la luz de un tibio sol de invierno. Cuantos recuerdos se me cruzaron por la cabeza. ¡! Señor ¡! Momentos gratos. Viejas historias ya pasadas. Un Padre Roberto tan presente allí... Ruidos de chiquillos alegres corriendo por cada uno de esos rincones tan especiales y mágicos...

 

            El paso del tiempo le había pasado la cuenta a este flaco y pobre Castillo . Me resigné. Rico en ese sello tan particular que solo a él le pertenecía. Sueños que iluminan esa senda juvenil que se acaban en ese lugar... ¿Dónde están los chiquillos, los espacios, las gárgolas y los arcos? En algún rincón de sueños de miles de alumnos que un día pasaron por ese Castillo encantado.

 

            Las paredes que dan a la calle guardan expresiones escritas con carbón por alumnos que no se resignan a que te mueras. ¿Quién lo mató?  ¿Por qué lo matan?, se preguntan. Son actos de vida del duelo que es necesario sobrepasar. Nadie se resigna a la muerte. Es la perdida del ser querido. De la vida amada... de gritos incomprensibles  de no aceptar que las historias emprenden nuevos vuelos de vez en cuando. Que el mundo gira y gira y no se detiene jamás. Mañana es otro día... otro afán.

 

            Hoy es un día triste. La pena embarga toda mi humanidad. Un sueño que se marcha de ese lugar. Espacio para el duelo, el recogimiento y la paz. Una persona muere y no fallece. Otra nace y comienza a contar otra historia. Muere una vida apenas. Nace también un sueño de aspiraciones  allá lejos en la fría cordillera. Otra historia por narrar que nace de la misma... ¿Se habrán llevado cargas y baúles? ¡! Que no se te olvide nada eh... ¡! Solo espero que se hayan llevado lo mejor de ahí. Las ideas, las tradiciones, el espíritu y las mochilas cargadas con nuevos sueños.

  

                        Luis Fueyo Ladrón de Guevara

                        Capitán Generación 1976